martes

alimento

para el corazón
para el alma
son las palabras
de alguien a quien hube amado tanto
y con el corazón en la mano
digo
es él! el más sublime de mis hermanos


Mujer de la Mar: disculpe si es que soy inoportuno pero, resulta de tal suerte que mi corazón seguido pregunta por usted. Yo le digo "allá anda, en el norte, bordándole sueños al manto celeste, confiándole secretos a La Rumorosa, danzándole alabanzas a la Madre Tierra..."
Él se apacigua tras la breve explicación, pero al poco rato, nomás cualquier pretexto y vuelve a insistir. Otra vez intento dejarlo todo claro; pero presa de la necedad, mi corazón no deja de interrogar. Difícil la tarea de explicar algo que no acabo de entender.
Entonces me quedo mudo y me echo a andar por entre recuerdos minuciosamente atesorados... "Tuve miedo" -le digo melancólico- "tuve miedo de perderme en ella y no encontrarme más..."



NAMASTE!